Niños: Los Mejores Maestros de la Vida
Como padres, somos los guías turísticos que ayudamos a nuestros pequeños a descubrir este mundo. Les impartimos conocimiento, sabiduría, valores, habilidades sociales, académicas, de vida y ¡fe! Les mostramos paisajes que no han visto y los guiamos por el camino que pronto aprenderán a recorrer por sí solos. Estamos tan ocupados con nuestras rutinas diarias y nos convertimos en sus GPS, que a menudo no nos damos cuenta que ellos también nos enseñan y nos guían.
Encontrar alegría en los placeres sencillos de la vida es algo que he aprendido de mis hijos hermosos. Eclesiastés 9:7 nos anima a disfrutar de los placeres sencillos de la vida, sabiendo que Dios se deleita en nuestra alegría. En el ajetreo de la vida, a menudo pasamos por alto los pequeños momentos que traen felicidad: un abrazo sincero, pasar tiempo con amigos o una cena en el comedor. Afortunadamente, los niños entienden que la alegría se puede encontrar en cualquier lugar. A menudo llevo a mis hijos a pasear por la naturaleza y me llena de alegría ver la maravilla y el asombro que expresan. ¿Cuántos de nosotros nos tomamos realmente un tiempo de nuestras apretadas agendas para apreciar algunas de las majestuosas partes de la Creación de Dios? Nuestros pequeños viven el momento, concentrándose en lo que Dios les ha puesto delante y apreciando todo lo que tienen ante sus pequeños ojos ¡Recordemos siempre seguir buscando los pequeños placeres de la vida!
Además de apreciar los placeres sencillos de la vida, mis hijos me han enseñado aceptación y tolerancia. Los niños no ven colores, defectos ni imperfecciones, no juzgan y siempre tienen un corazón amable. Jesucristo modeló a sus seguidores, para que adoptaran el tipo de tolerancia que nos manda a amarnos unos a otros como Él nos ha amado. El amor de los niños es puro; nunca piensan en lo que obtendrán al ofrecerlo. ¡Su amor es incondicional! Incluso en nuestros días más difíciles, cuando estamos de mal humor, gritamos y estamos agotados, nuestros hijos nos muestran empatía y compasión. ¡Demuestran verdadero perdón! ¡Las lecciones de aceptación y tolerancia que mis hijos me han enseñado son más grandes de lo que jamás imaginé!
No me extraña que Jesús dijera: «Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de quienes son como ellos es el reino de Dios» (Marcos 10:14). ¡Hay muchísimo que podemos aprender de nuestros hijos!

Leiri Bocanegra was born in Villalba, Puerto Rico but now resides in Massachusetts with her Husband and four children. Leiri and her husband Gustavo met in their parish youth group, “Agape,” and have been serving together ever since! You can usually find them singing together at church events and retreats! Leiri works as the Coordinator of Outreach and Evangelization for St. Mary’s Parish in Cambridge, Massachusetts. She also has a nursing background in both Geriatrics and Pediatrics. She has been a member of the Holy Family Institute for six years and enjoys Family Ministry. Her biggest accomplishment has been becoming a mother. She enjoys being able to use social platforms to help other Catholic mothers connect and assist one another through the wonderful vocation of motherhood!