Presagiando el cielo
“Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia”. (Jn. 10:10)
Muchas veces medimos la calidad de vida de una persona en virtud de su salud física y mental. Sin embargo, para nosotros los cristianos, existen 4 signos que nos indican si una persona está o no viviendo plenamente:
a)Paz y alegría: No obstante, ambas han de practicarse de forma continua, sin depender de nuestros estados de humor, o cuando las cosas marchan bien, o según nuestro querer. Cuando se tiene plena conciencia de la vida divina en nuestro interior, esa paz y alegría no dependen de circunstancias externas.
b)Perseverancia: Es decir, llevar una vida de gracia y de oración, pero de forma sostenida, sin importar si hay o no consolación, si se experimenta o no la presencia de Dios de forma sensible, si se tiene o no la impresión que el Señor no nos responde.
c)Equilibrio: El balance entre soñar a lo grande con un mundo mejor, luchando por la paz y la justicia, pero, por otro lado, siendo pacientes, construyendo poco a poco ese ideal, siendo misericordiosos con los demás.
d)Vencer los miedos: Tener confianza en Dios, aún en los momentos de dolor, fracaso, incertidumbre, enfermedad, confiando plenamente en que Dios siempre tiene la última palabra, y que El es el Señor y Dueño de nuestra historia. Como dijo San Pablo: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”. (Romanos 8:28)
Si en nuestra vida están presentes estos cuatro elementos, podremos decir que en verdad Jesús ha resucitado en nuestros corazones, y estaremos anticipando, la vida en el cielo.
Mother María Elena Martínez is a nun, born in Mexico City, where she still resides today. She has had a consecrated life for more than 30 years. She is currently a member of a community called María Madre del Amor which is dedicated to evangelization through Emmaus retreats in parishes and prisons and Sicar retreats for young people.