Fórmula mágica
El día 4 de Febrero de 1982, fuí diagnosticada con cáncer. En ese momento no existía cura para mi tipo de cáncer. Sin embargo existía un programa con un tratamiento experimental al cual logré entrar el día siguiente de mi diagnóstico. Afortunadamente, después de un año de tratamiento, ya estaba en remisión. Después de 10 años de remisión, me convertí en la primera generación de sobrevivientes de Leucemia.
Fué después de esa década, que mi doctor me comunicó que otras seis personas habían sobrevivido también al tratamiento. Después de saber que muchos de los que participaron en el programa habían fallecido, con gran humildad, mi doctor admitió que sus colegas y él no creían que había sido solamente la medicina la que nos había curado. Fue en ese momento donde los doctores se dieron cuenta que existía algo en común entre nosotros, los 7 pacientes, que podría explicar el porqué sobrevivimos. Ellos descubrieron que aparte de la medicina, también teníamos en común nuestra inmensa fe en Dios, un apoyo muy grande por parte de nuestras familias y amigos, una actitud positiva y un instinto de “lucha”muy grande. Esto se convirtió en la nueva fórmula de supervivencia del hospital. A partir de ese momento, se empezaron a crear grupos de apoyo y le empezaron a enseñar a los pacientes técnicas para el cuidado de la mente y el cuerpo.
En ese momento (y por mucho años más), me decía a mí misma, “no necesito que un doctor me explique porque sobreviví “. Yo ya lo sabía, fué Dios. Había momentos en los que me sentía como si estuviera viviendo el pasaje del Evangelio donde Jesús le decía al enfermo, “Tu fe te ha sanado”. ¿Lo grité al mundo como aquéllos que fueron sanados en el Evangelio? Desafortunadamente no. Mientras mi familia y mis amigos eran testigos del milagro que había sucedido en mí, yo sentía mucho miedo. No sabía lo que significaba para mí y para mi vida futura el haber sido sanada por Dios. Tampoco sabía lo que podría hacer por Dios que fuera “suficiente”. ¿Cómo podría expresarle mi infinita gratitud por la gran bendición de permitirme vivir una vida mas larga al lado de mi familia y amigos?
Muchos años después, cuando la pequeña Cristina fué diagnosticada, yo estaba convencida que esta fórmula “mágica” de fé, familia y actitud podría curarla. Le dije a Mónica, su mamá, que no se preocupara. Yo estaba convencida que Cristina tenía todo lo que se necesitaba para sobrevivir a esta terrible enfermedad, buenos doctores, una fé muy fuerte, un apoyo muy grande por parte de su familia y amigos y una actitud positiva. En ese momento no me dí cuenta que Dios no me había dado la fórmula “mágica” para salvar de la muerte a los seres que amaba. En la actualidad, El me ha enseñado a vivir a pesar de las dificultades que se me han presentado en la vida.
La vida a veces está llena de dificultades, y también podemos sentir miedo. Es por eso que la frase más común de la Biblia es “No sientas miedo”. Dios quiere que estemos seguros que no importa lo que suceda, El siempre está y estará a nuestro lado. Depende completamente de Dios, si permanecemos en la Tierra, o vamos a su encuentro. Lo que realmente importa es lo que hacemos aquí en la tierra con nuestra vidas. Podemos lograr muchas más cosas, si confiamos en Dios y colaboramos con El en nuestra vida diaria.
Despidamos a un año lleno de muchas dificultades, y demósle la bienvenida de una manera completamente diferente a este nuevo año. Haz un recuento de tu vida. No lo hagas pensando que tienes “suficiente”, hazlo pensando en la fe, la familia, los amigos y la actitud. Después de todo, cuando esos pensamientos estén firmemente arraigados en tu vida, podrás vivirla alegremente, a pesar de cualquier crisis, incluso a pesar del COVID-19. Feliz año 2021!
Deb Egan grew up in a Catholic family. Throughout her adult life, she has participated as a church volunteer in many capacities, including teaching Religious Education, being a Eucharistic Minister and Lector, Ministering to the elderly and homebound, and Facilitating Small Faith Groups. She has been trained by Evangelical Catholic and became a member of the Build the Faith Team in April of 2017.