Domingo de la Divina Misericordia
No puedo dejar de pensar que la mejor manera de vivir la Resurrección de Jesús y de celebrar la Pascua de Resurrección, es festejando el Domingo de la Divina Misericordia en remembranza a nuestra querida y hermosa Cristina Dangond. Muchos de nosotros conocemos la oración favorita de Cristina, “Jesús, en ti Confío”!, la cual repetía diariamente a pesar de su sufrimiento y dolor. Haciendo eso, Cristina era un ejemplo de la reflexión que San Juan Pablo II hizo acerca de la Divina Misericordia de Dios, cuando decía:
“Aquellos que sinceramente dicen: ‘Jesús, en ti Confío’, encontrarán consuelo para todas sus ansiedades y miedos… No hay nada mas que el hombre necesite que la Divina Misericordia, ese amor que es benevolente, que es compasivo, que eleva al hombre por encima de sus debilidades a la altura infinita de la santidad de Dios.”
Un joven profesor de Colorado, Randi Picket, estimula a sus estudiantes a recordar el mensaje de la Divina Misericordia utilizando 3 palabras muy sencillas:
A – Misericordia: Dios quiere que constantemente nos acerquemos a él con nuestras oraciones, arrepintiéndonos de nuestros pecados, y pidiéndole que derrame su Misericordia sobre nosotros y sobre el resto del mundo.
B – Misericordiosos: Dios quiere que recibamos su Misericordia, y que a su vez seamos misericordiosos los unos con los otros. El quiere que amemos y perdonemos a nuestros semejantes como él lo hace con nosotros.
C – Confiar: Dios quiere que nos demos cuenta que mientras mas confiemos en él, Jesús derramará mas Misericordia sobre nosotros.
La vida hermosa y el legado eterno de Cristina, nos recuerdan diariamente que nos dejemos abrazar por la Divina Misericordia de Dios, que confiemos en el plan que él tiene destinado para nosotros, cualquiera que sea, y que siempre aceptemos su voluntad. Haciendo eso, los invito a que confíen todos los días sus familias a la Divina Misericordia. Aquí les comparto esta bella oración escrita por un sacerdote amigo, quien escuchó la voz de Dios susurrándole estas hermosas palabras mientras oraba delante de él ante el Santísimo Sacramento. Por la gracia de Dios, esta oración le ha dado la vuelta al mundo, y ha sido traducida a 16 idiomas diferentes.
Acto De Consagración de la Familia a la Divina Misericordia
O Jesús, tu nos mostraste tu infinito y compasivo amor
agotando la última gota de sangre y agua de tu cuerpo.
De hoy en adelante, con plena confianza,
te confiamos nuestras familias a tu Divina Misericordia.
Abandonamos nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.
Ponemos en tus heridas todas nuestras heridas,
las causadas por la falta de amor, entendimiento y confianza.
Jesús, expulsa a Satanás y a todo mal de nuestras familias,
líbranos de la consecuencia del pecado y protégenos de mas daño.
Cura nuestras heridas. Permite que nuestras familias aprendan a venerar tu Imagen Divina
para que nunca perezcamos, sino que experimentemos tu amorosa misericordia.
Amén.
Oración compuesta y compartida con el permiso de Rev. Dermont S. Roache, S.M.A.
Colleen M. Donohoe was born and raised just North of Boston, the youngest of 7 children. She is the proud “Auntie” to 17 nieces and nephews and 5 great nieces and nephews who bring tremendous joy to her life! For the past 25 years, Colleen has served in a variety of roles in the Archdiocese of Boston, primarily as a Catholic Educator. After spending many years as a theology teacher and campus minister, she currently serves as the Associate Superintendent of Catholic Identity and Respect Life Educator for the Archdiocese of Boston Catholic Schools. It is a great honor and blessing for Colleen to continue little Christina Dangond’s legacy to “Build the Faith” wherever and however God calls.