¿Como será cuando se vaya la luz?
En el verano del año 2022 me mantuve ocupada organizando la mudanza a la universidad de mis hijos mellizos Carlos y Luis. Era una fecha para la que había estado preparándome durante dieciocho años, y sin embargo no estaba lista. Ni cerca de estar lista.
Cada día que pasaba me sentía más decaída, y a medida que nos acercábamos a la fecha de la mudanza sentía una tristeza indescriptible. El dolor se apoderaba de mí y me agobiaba una profunda desolación. Ya había escuchado las típicas frases para este momento: “Es la evolución natural de la vida”, “Necesitan volar solos”, “Es solo por su bien”, “Deberías estar orgullosa de sus logros”. Sin embargo, yo solo sentía dolor, y porque no admitirlo, miedo. Mis oraciones a Dios tenían un tópico recurrente: apóyame, sostenme, no me dejes caer. Tenía mucho miedo de no poder manejarlo todo.
En mi esfuerzo de sanar y manejar esta transición de una manera más positiva y sana comencé una consagración Mariana de 33 días. Esperaba conseguir algunas respuestas, y sobre todo consuelo. En el cuarto día leímos un texto del libro “La Imitación de Cristo”, escrito por Thomas à Kempis. En el Libro III, Capitulo 7 leí una frase que describía perfectamente como me sentía: ¿Como será cuando se vaya la luz?
¡Exactamente! ¿Como será cuando se vaya la luz? Todo parecía demasiado para mí. Se sentía imposible de sobrellevar. Y sin embargo aquí estoy. Sabes, inclusive cuando se va la luz, y especialmente cuando se va la luz es cuando estas más cerca de Dios. Dios está ahí siempre para ayudarte, para compartir tus cargas y para recordarte que no estás sola para llevar tu cruz. Esta era la oportunidad de entregarme verdaderamente a Dios y permitirle tomar las riendas de todo. Busqué profundamente en mi fe y tomé la decisión consciente de dejarlo todo en manos de Dios.
Caminar con Dios me dio la paz y la fortaleza que necesitaba para apoyar a mis hijos en uno de los momentos más trascendentales de su vida. Y aunque no fue fácil yo sabía que iba a estar bien. Sabía que nuestra familia estaría bien y que una vez más el plan de Dios era mejor que el mío. No hay duda que fue duro; fue muy doloroso, pero aprendí a caminar el dolor con la paz y fortaleza que solo Dios da.
La frase “no tengas miedo” está escrita en la biblia 365 veces. No tengas miedo de llamar a Dios. El va a acudir cada vez que lo hagas
Maria Eugenia was born in Caracas, Venezuela, the oldest of four siblings. She lives in Bolton, Massachusetts with Alex, her husband of 22 years, and Rocky, their 2-year old French Bulldog. Alex and Maria Eugenia are parents to twin boys Carlos and Luis, 18, both college freshmen. Maria Eugenia was raised in a Catholic family, though her Catholic faith had not always been present in her life. Maria Eugenia was inspired by Christina’s journey and by the beautiful way in which her parents and close friends choose to maintain her legacy. Christina’s faith has reframed her perspective of life and has given her a newfound source of strength and purpose.