Nuestra señora de Guadalupe
Ayer 12 de Diciembre conmemoramos el día de Nuestra Señora de Guadalupe. Este es un día muy significativo para todos nosotros en Build the Faith, porque es el día que Cristina fue diagnosticada y comenzó su travesía de fe. Aunque yo he sido católica toda mi vida, no supe de Nuestra Señora de Guadalupe sino hasta que tuve más de 30 años de edad. En esa época yo era profesora. Había tenido una falla cardíaca y estaba luchando por mi vida. Mi salida abrupta de la escuela donde trabajaba causó un gran revuelo en mi comunidad.
Poco después, uno de mis estudiantes y su familia hicieron un viaje a Mexico. No eran católicos, pero sabían que yo sí lo era, y por eso se tomaron el tiempo de visitar la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Ellos retornaron de su viaje con una cruz de madera que tenía reliquias clavadas en ella. Al darme la cruz, me dijeron con una gran fe que si yo le rezaba a Nuestra Señora, ella intercedería para lograr mi sanación. Yo estaba impresionada. Que había pasado en Guadalupe? Yo tenía que averiguarlo!
Como dice la historia, fue la madrugada del 9 de Diciembre de 1531, cuando María se le apareció a Juan Diego desde una colina, en la que antes habían edificado un templo Azteca al Dios Madre. Al transcurrir los próximos días, nuestra Señora se le aparecería tres veces más antes de imprimir su imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en su tilma, para que convenciera al Obispo que la aparición era real. Un Santuario a Nuestra Señora fue construído en esa colina, exponiendo orgullosamente la tilma de Juan Diego. Aunque nunca se han hecho intentos por preservarla, la tilma con su imagen milagrosa se ha mantenido intacta por cerca de 500 años!
La aparición de Nuestra Señora en las afueras de la ciudad de Mexico ocurrió en un tiempo en que los indígenas de Mexico eran oprimidos por los conquistadores. La aparición de Nuestra Señora a un hombre indígena le dió esperanza a él y a su gente. Después de la aparición, cerca de 8 millones de indígenas se convirtieron al catolicismo! La aparición de la Virgen María a Juan Diego es un recordatorio poderoso a gente de todas las razas, que María (y el Dios que la envió) aman a todo el mundo. También es un recordatorio a todos nosotros que podemos acudir a María en cualquier momento.
Al colocar la cruz de madera de Guadalupe en mi mesa de noche, esa noche, estaba segura que Nuestra Señora estaba conmigo. Eso es lo que nos maravilla de Nuestra Señora. Siempre está ahí cuando la necesitas. Cuando yo tenía 18 años, mis padres me regalaron mi primer rosario. Siempre veía a mi papá rezando el rosario y me imaginaba que era algo que se hacía en los “tiempos de antes”. Sin embargo, encontré que rezar el rosario me daba tanta paz y confort, que era fácil hacer un hábito de él antes de dormir. Desafortunadamente, a medida que transcurrió mi vida, mi hábito de oración se debilitó. Me ocupé en un trabajo de tiempo completo, un esposo y una universidad, y mas tarde, en mis hijos. Cuando vine a ver, ya había olvidado todo lo relacionado con el rosario.
Pero esa cruz de madera se encargó de volver a despertarme y recordarme lo especial que era María. Afortunadamente para mí, María nos acepta como somos. Su puerta siempre está abierta. Nos da la bienvenida con sus brazos abiertos, igual que el padre en la historia del evangelio del hijo pródigo. Nos deja empezar otra vez desde el último punto en que habíamos dejado el camino…libres de culpa y sin condiciones. Aunque esa cruz me la habían regalado hace 20 años, nunca olvido el sentimiento que tuve esa noche que le recé a María. Era como haber sido arropada con un manto cálido y acogedor.
La próxima vez que tengas necesidad de paz y confort, saca tus cuentas del rosario o recita un Ave María o dos. Porque, como le dijo Nuestra Señora a Juan Diego en esa colina hace mucho tiempo, “No dejes que tu corazón sea perturbado. Acaso no estoy aquí, yo que soy tu madre? No estás acaso bajo mi protección?”
Deb Egan grew up in a Catholic family. Throughout her adult life, she has participated as a church volunteer in many capacities, including teaching Religious Education, being a Eucharistic Minister and Lector, Ministering to the elderly and homebound, and Facilitating Small Faith Groups. She has been trained by Evangelical Catholic and became a member of the Build the Faith Team in April of 2017.