No estás solo; ¡Dios está siempre contigo!

Monica Lacouture was born and raised in Colombia, South America. She moved to the United States in 1995, where she and her husband, Fernando, married and were blessed with three children—Daniel, David, and Christina, whose unwavering faith became the inspiration behind Build the Faith.
Although raised Catholic and educated in parochial schools, Monica describes much of her adult life as that of a “lukewarm” Catholic. That changed unexpectedly in late 2012 when she attended a retreat and had a profound personal encounter with Jesus. She had no idea at the time how much she would come to rely on this renewed faith just three months later, when her daughter Christina was diagnosed with terminal cancer.
Throughout Christina’s battle, Monica’s faith deepened, sustained by her daughter’s extraordinary trust in Jesus. In 2016, inspired by Christina’s unwavering faith, Monica and Fernando founded Build the Faith. As President of the organization, Monica feels blessed to carry forward Christina’s legacy, spreading faith and hope to others.
Mientras me encuentro a las puertas de la tercera semana de Adviento, me presento ante Dios para buscar su guía, su sabiduría y reflexionar sobre el camino que he recorrido hasta ahora en la temporada de Adviento.
En el silencio de mi alma miro hacia atrás, a estos primeros días de Adviento. Recuerdo la vela encendida de la esperanza que iluminó mi camino ese primer domingo de Adviento, recordándome la luz que Cristo trae a mi vida. Medito en los momentos de alegría y los desafíos que he tenido durante este tiempo. Miro hacia atrás, a las promesas que le hice a Dios al comienzo de esta temporada y veo que no he cumplido con la gran mayoría de ellas. Mis pensamientos iniciales son de tristeza y vergüenza por no haber tenido la fortaleza y la voluntad para soportar las pruebas o tentaciones por él. Tiendo a ser mi peor crítico y centrarme en mis fracasos. Olvido que Jesús entiende lo que estoy pasando y siempre está a mi lado. Entonces me viene a la mente una frase que se encuentra en el altar de las Capillas Paulinas que he visto muchas veces: “No tengas miedo, estoy aquí contigo, te iluminaré, vive con un corazón arrepentido.” Estas palabras me tranquilizan y me ayudan a sentirme segura del amor de Dios, dándome la fortaleza para continuar mi camino.
En medio de los preparativos navideños y el ajetreo del mundo que me rodea, anhelo un cambio… un cambio en mi corazón. Cambiar mi enfoque de lo material a lo espiritual, del egocentrismo al Cristo centrismo. Me encuentro pidiéndole a Dios que permita que los días restantes de Adviento sean una temporada de transformación en mi vida, donde mis pensamientos, acciones e intenciones se alineen con el verdadero significado de su venida “Darnos vida, vida en Abundancia” Juan 10:10
Que tu Palabra Señor sea fuente de inspiración y transformación. Guíame a preparar no sólo mi hogar sino, más importante aún, mi corazón para tu llegada. Que los regalos que ofrezca sean la sinceridad de mi amor, la calidez de mi compasión y el compromiso de vivir de acuerdo con tus enseñanzas. En estos momentos de reflexión, concédeme la gracia de dejar a un lado las distracciones y los deseos impulsados por el ego. Abre mis ojos Señor para reconocer las necesidades de los demás, regálame la gracia para ser una fuente de consuelo y alegría para quienes me rodean.
Mientras anticipamos la celebración del nacimiento de Jesucristo, dejemos que la esencia de esta temporada sea un recordatorio del amor infinito de Dios. Permitamos nos haga recipientes de su paz, compasión y humildad. Entreguémonos a su poder transformador, confiando en que este Adviento será un camino no sólo hacia el día de Navidad sino también hacia una conexión más profunda con Cristo. No estás solo; ¡Dios está siempre contigo!
Les deseo de todo corazón una bendecida y feliz Navidad. Jesús, en Ti confío.