No estás solo; ¡Dios está siempre contigo!
Mientras me encuentro a las puertas de la tercera semana de Adviento, me presento ante Dios para buscar su guía, su sabiduría y reflexionar sobre el camino que he recorrido hasta ahora en la temporada de Adviento.
En el silencio de mi alma miro hacia atrás, a estos primeros días de Adviento. Recuerdo la vela encendida de la esperanza que iluminó mi camino ese primer domingo de Adviento, recordándome la luz que Cristo trae a mi vida. Medito en los momentos de alegría y los desafíos que he tenido durante este tiempo. Miro hacia atrás, a las promesas que le hice a Dios al comienzo de esta temporada y veo que no he cumplido con la gran mayoría de ellas. Mis pensamientos iniciales son de tristeza y vergüenza por no haber tenido la fortaleza y la voluntad para soportar las pruebas o tentaciones por él. Tiendo a ser mi peor crítico y centrarme en mis fracasos. Olvido que Jesús entiende lo que estoy pasando y siempre está a mi lado. Entonces me viene a la mente una frase que se encuentra en el altar de las Capillas Paulinas que he visto muchas veces: “No tengas miedo, estoy aquí contigo, te iluminaré, vive con un corazón arrepentido.” Estas palabras me tranquilizan y me ayudan a sentirme segura del amor de Dios, dándome la fortaleza para continuar mi camino.
En medio de los preparativos navideños y el ajetreo del mundo que me rodea, anhelo un cambio… un cambio en mi corazón. Cambiar mi enfoque de lo material a lo espiritual, del egocentrismo al Cristo centrismo. Me encuentro pidiéndole a Dios que permita que los días restantes de Adviento sean una temporada de transformación en mi vida, donde mis pensamientos, acciones e intenciones se alineen con el verdadero significado de su venida “Darnos vida, vida en Abundancia” Juan 10:10
Que tu Palabra Señor sea fuente de inspiración y transformación. Guíame a preparar no sólo mi hogar sino, más importante aún, mi corazón para tu llegada. Que los regalos que ofrezca sean la sinceridad de mi amor, la calidez de mi compasión y el compromiso de vivir de acuerdo con tus enseñanzas. En estos momentos de reflexión, concédeme la gracia de dejar a un lado las distracciones y los deseos impulsados por el ego. Abre mis ojos Señor para reconocer las necesidades de los demás, regálame la gracia para ser una fuente de consuelo y alegría para quienes me rodean.
Mientras anticipamos la celebración del nacimiento de Jesucristo, dejemos que la esencia de esta temporada sea un recordatorio del amor infinito de Dios. Permitamos nos haga recipientes de su paz, compasión y humildad. Entreguémonos a su poder transformador, confiando en que este Adviento será un camino no sólo hacia el día de Navidad sino también hacia una conexión más profunda con Cristo. No estás solo; ¡Dios está siempre contigo!
Les deseo de todo corazón una bendecida y feliz Navidad. Jesús, en Ti confío.
Monica Lacouture was born and raised in Colombia, South America. She came to the United States in 1995 where she and her husband married and were blessed with three children — Daniel, David and Christina (the inspiration behind Build the Faith).
Although Monica was raised a Catholic and attended parochial schools, she admits that throughout most of her adulthood she was a “lukewarm” Catholic. Her faith took an unexpected turn in late 2012 when she attended a retreat and experienced a personal encounter with Jesus. Little did she know, that three months later she would come to rely heavily on her newly strengthened faith as she dealt with her daughter, Christina’s, terminal cancer diagnosis and treatment. Throughout Christina’s battle with cancer, Monica’s faith grew and in 2016, inspired by Christina’s strong faith and trust in Jesus, Monica, and Fernando founded Build the Faith. As President of Build the Faith, Monica feels blessed to be able to continue her daughter’s legacy of faith and hope.