La Belleza de Tierra Santa
Acabo de regresar de un peregrinaje a Tierra Santa, donde había estado en dos ocasiones anteriores; sin embargo, volver es siempre una experiencia nueva y profundamente reconfortante.
Desde el punto de vista turístico, Israel es un país que lo tiene todo: el bello mar Mediterráneo, el río Jordán con sus historias, el mar de Galilea (también conocido como Lago de Tiberias), campos fértiles con gran variedad de cultivos, y unas ciudades modernas y autopistas que tienen poco o nada que envidiarle a las grandes ciudades europeas o norteamericanas. Israel se ha convertido en un foco importante de desarrollo de tecnologías, y sus empresarios y científicos se destacan en el mundo por su ingenio y creatividad. A pesar del conflicto Israelí-Palestino, que parece de nunca acabar, es justo decir que un peregrinaje por Tierra Santa es generalmente seguro para el viajero.
Pero para mí lo más importante, y lo que me impulsó a viajar a Israel, es su profunda aura de espiritualidad. En Jerusalén cohabitan católicos (tradicionales u ortodoxos), musulmanes, judíos, y creyentes de una multitud de religiones, y es palpable que la cercanía con Dios es el “pan de cada día” en el pensar y actuar de estas comunidades. En la iglesia del Santo Sepulcro, existen secciones de la edificación para cada denominación diferente. Esta iglesia es construída sobre los remanentes del Gólgota, la colina del Calvario donde Jesús, nuestro Rey y Salvador, fue crucificado. Es allí donde se puede visitar, con un corazón penitente la tumba de Jesús crucificado. Caminar por las calles empedradas que inmortalizan a la Vía Dolorosa, es un bálsamo para el alma. Visitar el campo de los Olivos y Getsemaní, y al Monte de las Bienaventuranzas, también nos transporta a los días terrenales de Jesús, antes de ofrecer su vida en sacrificio por nosotros.
El recorrido por las diferentes villas y pueblos (Betania, donde Jesús resucitó a Lázaro, Jericó, donde Zaqueo subió a un árbol para poder atisbar a Jesús, Belén y Nazareth, donde nació y creció Jesús, respectivamente) nos transporta a los momentos bíblicos que nos enseñan cómo vivir una vida llena de paz, felicidad y fe. Siguiendo los pasos de Jesús , imitando su forma de pensar y actuar, con humildad y esperanza, es en realidad donde encontramos la alegría de vivir. Mientras no reconozcamos que existe un conflicto entre el Dios espiritual y el “dios material” de este mundo, nunca podemos trazar una ruta de viaje para nuestra vida de peregrinos. Escoger a Barrabás el revolucionario dispuesto a resolver todo con violencia, y no a Jesús que nos enseña el poder del amor, siempre nos derriba espiritualmente. El Dios del amor nos llena de prosperidad tanto espiritual y material, siempre y cuando no perdamos el Norte en las intenciones generosas de nuestros corazones.
En cada uno de los pueblos en que vivimos, existe un Lázaro, es decir aquel amigo que está “muerto” en espíritu y está a la espera que acudamos a alentarlo con nuestra fe. También hay un Zaqueo, una María Magdalena, un discapacitado, o un mendigo, que busca nuestra misericordia. Recordemos que podemos aspirar a las riquezas y gracias del Reino de Dios, siempre y cuando pensemos, sintamos y nos comportemos como el buen samaritano.
Allí está la verdadera belleza de Tierra Santa: nos sella en el corazón un sentido de urgencia para ser generosos y misericordiosos todos los días de nuestras vidas. Nos recuerda que no estamos solos. Que Jesús resucitó y vive entre nosotros y dentro de nosotros, y espera siempre que le hablemos a El con confianza, en nuestras oraciones. Nos recuerda también que somos pecadores, seres incompletos por nuestra naturaleza, y que sólo alcanzamos a sentirnos “completos” cuando abrimos nuestros corazones a Dios y aceptamos a su hijo Jesucristo como el camino, la verdad y la vida.
Fernando Dangond, MD, was born in Colombia, South America. He and his wife, Monica, live in Weston, MA, and have been blessed with two sons Daniel and David and a beautiful daughter, Christina (the inspiration behind Build the Faith) who left to be with the Lord 5 years ago.
Dr. Dangond, is a neurologist and scientist who works for a pharmaceutical company developing medicines to treat devastating neurological diseases.