Creados para la grandeza: arriésgate por Dios
¿Y si el mayor riesgo para un católico no estuviera en el mundo, sino en su fe? Imagina a alguien que se lanza sin miedo en su trabajo o pasiones, pero vacila cuando se trata de su fervor espiritual o misión apostólica. San Pedro lo vivió al salir de la barca en Mateo 14:29, caminando sobre las olas porque Cristo lo llamó. Sin embargo, cuántas veces nos quedamos abordo, seguros, cuando nuestra fe pide más. El papa Benedicto XVI lo dijo claro: “No fuiste hecho para la comodidad, sino para la grandeza”. No habla de éxito mundano, sino de una grandeza apostólica. San Juan Pablo II, en 1978, nos animó: “No teman. Remen mar adentro y echen las redes”. Es prácticamente lo que nos cuenta el evangelista en Lucas 5:4 Pedro se arriesga y la abundancia llega.
Los Papas de antaño entendieron esta tensión entre querer permanecer seguros y ser llamados a salir de nuestra zona de confort. Pío XII, guiando en tiempos de guerra, escribió en 1943: “Los laicos están en la primera línea de la vida de la Iglesia”. Vio a las familias como protagonistas, no espectadores. San Pío V, contra viento y marea, ganó Lepanto en 1571 con oración y valentía; fe y audacia de la mano. Las Escrituras lo cantan en el Salmo 127:3-5: “Los hijos son herencia del Señor… como flechas en mano de un guerrero”. Las flechas piden coraje para lanzarlas y así mantienen confianza en su vuelo.
No son solo los individuos, las familias también encarnan este llamado apostólico. Nosotros, con tres hijos, hemos sentido el llamado hacia un cuarto, tal vez cinco o seis. Da vértigo, los recursos aprietan, las dudas susurran, pero ¿no es ese el terreno de la fe? San Josemaría Escrivá llamó a las familias “iglesias domésticas” y escribió: “La familia cristiana debe brillar como signo de contradicción”. Más hijos no es solo añadidura de niños; es acoger el diseño generoso de Dios, un testimonio en un mundo tibio.
Tener más hijos, No es imprudencia, es discernir y confiar. San Pablo, transformado en Hechos 9, enfrentó naufragios y cadenas a causa del Evangelio. Vivió con audacia. Pedro tropezó, tres negaciones, y aun así lideró con corazón de mártir. Estos apóstoles no se aferraron a lo seguro; lo apostaron todo por Cristo. San Josemaría pidió a los católicos comunes “santificar el mundo desde dentro”, arriesgando la comodidad bordando la vida diaria en fe.
Entonces, ¿qué es un católico arriesgado? Es adentrarse en lo desconocido, seguramente en nuestra realidad sea recibir a ese próximo hijo, fiándonos de la providencia sobre nuestros miedos. Pío XII nos puso en la vanguardia; Juan Pablo II nos llamó a aguas profundas. La Iglesia anhela almas que, como Pedro y Pablo, oigan a Cristo y salten. La cosecha espera, inmensa y gloriosa, más allá del borde del barco, y allí, como el matador da la estocada final en medio de la suerte suprema, resuena el llamado divino de Cristo: ser santos en medio del mundo para la mayor gloria de Dios.

Juan and Sofia were born into Catholic families in Colombia, South America. They met on Juan’s Patron Saint Feast Day, Saint John Bosco, January 31st and recently got married on the 31st of July. Both have encountered Jesus in their lives and decided to follow him with great commitment.
Juan is a Political Scientist and also a great golfer. He works in the Wine and Spirits Industry.
Sofia is a commercial real estate lawyer and works at her family-owned business. They currently live in Cali, Colombia.
Juan and Sofia are increasingly passionate about the apostolic mission with the youth and young professionals. They are committed to showing the love of God and his mysteries through the beauty of the sacrament of marriage and friendship. Both have lived their conversion through different spiritualities within the Church, such as the charismatic renewal, parish groups (Emaus and Effeta), Mana (a self-founded apostolic group) and Opus Dei. This last one is currently where both congregate and receive all their spiritual formation and guidance. Although they have much to learn, they are eager to share their testimony with all the readers.