365 Veces

Deb Egan grew up in a Catholic family. Throughout her adult life, she has participated as a church volunteer in many capacities, including teaching Religious Education, being a Eucharistic Minister and Lector, Ministering to the elderly and homebound, and Facilitating Small Faith Groups. She has been trained by Evangelical Catholic and became a member of the Build the Faith Team in April of 2017.
365 Veces
La frase más común en la Biblia es “No tengas miedo” (o alguna versión de la misma). No es casualidad que aparezca 365 veces, una vez por cada día del año.
Parte de nuestra naturaleza humana es preocuparnos. Todos queremos saber a dónde nos dirigimos y cómo llegar hasta ese lugar. Sin embargo, la realidad es que hay momentos en nuestras vidas en los que nos sentimos perdidos y confundidos. Es en estos momentos cuando nos llenamos de ansiedad. ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué me va a pasar?
Alguien me dijo una vez: “La preocupación nos abruma”. Todo lo que has hecho hasta este momento en tu vida te ha preparado de alguna manera para los desafíos que enfrentas hoy. El resto depende de Dios “. En ese momento, este concepto era tan extraño para mí que tuve que parar por un momento para permitirme entender esas palabras. Fue en este breve momento de contemplación que me di cuenta lo que esa persona me estaba diciendo, que todos estamos preparados para tratar con lo que sea que se nos presente mientras confiemos en nosotros mismos y en Dios. Nuestra tendencia es dejar que nuestro miedo se interponga en nuestro camino y “nos intimide” ya sea en un estado de inercia o en estado de pánico, lo que nos inhabilita y nos impide actuar para nuestro bien y el bien de todos.
En este momento de pandemia y disturbios políticos y raciales, es fácil dejar que el miedo nos atrape. Nuestro futuro es incierto y esto nos hace sentir inseguros. Es en circunstancias difíciles como éstas, cuando recurro a la Oración de la Serenidad en busca de consuelo y orientación. En este momento de mi vida, esta oración ha sido tan útil para mí que la tengo colgada del gabinete de mi cocina, para no olvidarme de su sabiduría infinita.
Dios, concédeme serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
Coraje para cambiar las cosas que puedo;
Y Sabiduría para entender la diferencia.
Para mí, esta oración es el primer paso para dejar de lado la ansiedad. La única forma de superar el miedo a lo desconocido es que aceptemos lo que nos está sucediendo y que realmente creamos que no importa cuál sea el resultado, será lo mejor y Dios nos ayudará a superarlo.
Dios sabe que somos propensos a preocuparnos. Por eso nos dice reiteradamente: “No tengas miedo”. Esta simple frase contiene la promesa de Dios que siempre estaremos envueltos en su abrazo amoroso; que no nos abandonará. Dios sabe que no importa cuán difícil sea este momento particular en nuestra vida, Él nos ayudará para que salgamos fortalecidos y más resistentes que antes. Él nos asegura que si ponemos nuestra fe y confianza en Él, siempre estaremos bien.
Te dejo ahora con una de mis oraciones favoritas de todos los tiempos. Es de San Francisco de Sales. La próxima vez que te sientas preocupado o ansioso, lee esta oración … deja que sus palabras te invadan … pronto estarás en paz.
No esperes con miedo los cambios en la vida;
Más bien, míralos con plena esperanza que a medida que surjan, Dios, a quien le perteneces,
Te guiará con seguridad a través de todas las cosas;
Y cuando ya no puedas soportarlo,
Dios te llevará en sus brazos.
No temas lo que pueda pasar mañana;
El mismo Padre eterno que se preocupa hoy por ti,
Te cuidará mañana y todos los días.
Él te protegerá del sufrimiento,
Te dará una fuerza infalible para seguir adelante.
Mantén la paz y deja de lado todos los pensamientos de angustia que te rodean.