Volver a lo Elemental
Fernando Dangond, MD, was born in Colombia, South America. He and his wife, Monica, live in Weston, MA, and have been blessed with two sons Daniel and David and a beautiful daughter, Christina (the inspiration behind Build the Faith) who left to be with the Lord 6 years ago.
Dr. Dangond, is a neurologist and scientist who works for a pharmaceutical company developing medicines to treat devastating neurological diseases.
Por circunstancias de la vida, hoy me encontré sin acceso a una computadora. Tenía el compromiso de escribir un blog para Build the Faith, y mi primer instinto fue pensar en posponer esta tarea para la semana siguiente. Tenía la excusa perfecta, y contemplé usar mis horas en algún pasatiempo divertido. Pero caí en cuenta que esto también implicaría desilusionar a las personas que editan y publican el blog, y a quienes lo esperan, de buen corazón, para leerlo. Luego de titubear, decidí escribirlo a puño y letra.
De esta misma manera, a veces titubeamos en nuestro compromiso con Dios. Al momento de decidir, escogemos el camino cómodo. Dudamos entre asistir un Domingo a misa con la familia , o ver una película entretenida; entre darle una mano al amigo caído, o acompañar en su fiesta al amigo exitoso; en fin, nuestro egocentrismo nos lleva a hacer cualquier cosa, menos aquello que implique sacrificio por los demás. Se nos olvida, “por conveniencia”, que ese mendigo con la mano extendida y el rostro de angustia, puede ser el mismo Jesús.
Estamos expuestos constantemente a noticias nefastas: guerras violentas, tragedias personales y familiares, e injusticias de la sociedad y del mundo en que vivimos. Poco a poco, esto afecta nuestra psiquis y endurece nuestros corazones, hasta convertirnos en testigos presenciales de un circo romano, aplaudiendo cada vez que los leones devoran a sus pobres víctimas.
Me pregunto, ¿qué hubiera hecho yo, si me hubiera tocado ser Simón de Cirene? ¿Hubiera ayudado a Jesús a cargar su pesada cruz, o me hubiera relegado a ser un espectador más, siguiendo a Jesús por la Vía Dolorosa en medio de la muchedumbre , camino al calvario, con una curiosidad morbosa e impasiva por presenciar el final?
En este mundo convulsionado necesitamos volver a lo elemental. Que nuestros corazones se guíen por la compasión, la generosidad y la tolerancia. Que volvamos a experimentar el alma de un niño, capaz de perdonar, albergando al Espíritu Santo con todas sus virtudes. Sólo llevando a Dios por dentro podremos transformar al mundo y contribuir a su salvación. Comprometámonos con las cosas de Dios; seamos siervos fieles, siempre dispuestos a hacer su voluntad. No podemos posponerlo más. Se acaba el tiempo. Hay que volver a lo elemental y tomar acción.