Ves con claridad?
Colm Is a Deacon in the Archdiocese of Boston and a prison Chaplain. He and his wife Julie have 4 adult children and 2 grandchildren. His Catholic faith has always been a central part of his family and work life and is a source of endless joy.
Cuando le hacemos daño a otros, diciéndoles o haciéndoles cosas crueles y egoístas, es claramente porque no estamos tomando las decisiones basadas en el amor. Porqué hacemos esto? Existe otra manera de entender los pecados, y es considerando que son una limitación. Simplemente no somos libres para escoger que es bueno y con frecuencia no somos capaces de darnos cuenta que es lo que nos frena al momento de tomar decisiones. En la segunda temporada de Ted Lasso, los protagonistas en todo momento repetían: “la verdad te hace libre”, pero ellos no le daban a Jesús el crédito por esta sabia frase (Juan 8:32).
Como el antiguo profesor de secundaria que algún día fuí, al momento de tratar el tema de la libertad, siempre le preguntaba a mis estudiantes si un adolescente se podría considerar más o menos libre, cuando lo dejaban hacer lo que él quisiera… o… si un adolescente de 16 años, con padres o tutores legales que le enseñan que en la vida existen límites y bases, disfruta de más libertad?
Algunos niños piensan que un adolescente puede tener más libertad, cuando no tiene los límites establecidos; pero cuando se les preguntó acerca de sus planes futuros en relación a su vida profesional y personal, todos coincidieron que sería más limitada. En Estados Unidos, consideramos que tenemos libertad política y económica, pero en la enseñanza Católica, la verdadera libertad no se trata de política y economía; se trata de ser capaz de escoger lo que es bueno, verdadero y hermoso.
En el evangelio de esta semana, Bartimeo, un hombre ciego y muy persistente; recupera la visión. Como Bartimeo, nosotros también necesitamos “visión” para poder darnos cuenta de todo lo verdadero, bueno y bondadoso que tenemos a nuestro alrededor. Se nos ha dado la gran libertad de amar y construir una comunidad, incluso de acceder a la comunidad Divina, pero al igual que Bartimeo, estamos ciegos, y no nos damos cuenta del regalo que tenemos dentro de nosotros. Cuando nos disponemos a analizar acerca de nuestras vidas, generalmente siempre lo hacemos a corto plazo. El miedo a lo que los otros puedan pensar, o el miedo de perder nuestro nivel social o la salud, influyen con mucha frecuencia en este auto análisis.
Paradójicamente, sólo podemos ser libres cuando permitimos que la gracia de Dios entre a nuestras vidas, dejando que El nos guíe. La capacidad de auto-determinación implica que seamos atentos a la voluntad de Dios. El siempre tiene un plan para nosotros: nuestro destino es ser felices en la presencia de Dios, y para lograrlo, debemos ser capaces de identificar o “ver” lo verdadero, bondadoso y bello que existe a nuestro alrededor. Ser capaces de apreciar todo lo que tenemos a nuestra disposición, sin duda alguna, va a influir en el momento de tomar esas decisiones diarias, y también aquéllas decisiones que cambiarán nuestras vidas.
Tener la habilidad de poder ver lo verdadero, lo bondadoso y lo bello es un regalo que viene de Dios; un regalo que con mucha frecuencia no reconocemos, porque no somos capaces de apreciar los esfuerzos de quien nos los da. La libertad que Dios nos ha regalado tiene un precio muy alto, y nuestra tradición nos enseña que Jesús sacrificó su vida en la cruz por nosotros. No olvidemos que antes de ser entregado a las autoridades, Jesús dijo: “No se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). La libertad no se trata de hacer todo lo que queramos. La libertad no es más que un análisis honesto que nos lleve a entender qué es lo que Dios quiere de nosotros, y elegir hacerlo libremente. Esto, a su vez, nos lleva al júbilo, la bondad y la verdad que nos libera.