Una Peregrinación Inesperada
Tuve la oportunidad de visitar a mis amigos en Burdeos, Francia, este verano, y me llevaron de viaje al suroeste de Francia, cerca de la frontera con España, a la hermosa villa costera de Biarritz.
Biarritz tiene una costa pintoresca y ha sido un lugar de vacaciones popular desde principios del siglo XIX, cuando la nobleza europea, e incluso el propio Napoleón, visitaron la zona. Además de su hermoso paisaje y su impresionante playa, Biarritz es el hogar del Rocher de la Vierge, la Roca de la Virgen.
La base de esta roca, con una forma única, que ha sido esculpida con el tiempo por el mar, en realidad parece el casco de un barco si se observa desde el lado derecho del afloramiento. Sobre la base hay una roca alta, en forma de montaña, donde se encuentra una magnífica estatua de Nuestra Señora con el niño Jesús en sus brazos, mirando hacia el mar.
La estatua fue erigida como recordatorio del milagro que ocurrió allí en 1865. Una noche, un grupo de pescadores que había salido a cazar ballenas se vio atrapado en una terrible tormenta mientras intentaba regresar al puerto. Las olas y los vientos eran tan fuertes y la visibilidad tan escasa que temieron que todos perecerían entre las rocas a lo largo de la costa. Fue entonces cuando decidieron rezar a la Virgen María por su intercesión. Un momento después de haber terminado su oración, un rayo de luz divina descendió desde la cima de lo que ahora se conoce como el Rocher de la Vierge. Este rayo de luz envolvió su barco en su resplandor y guió cuidadosamente su embarcación hacia el puerto, salvando a todos los que estaban a bordo. Poco después, los supervivientes colocaron una estatua de la Virgen María allí en gratitud y acción de gracias.
Este milagro se hizo tan conocido que en 1866, Napoleón III (gobernante de Francia) encargó la instalación de un puente de hierro de 76 metros para conectar la roca con la costa de Biarritz y autorizó la excavación de un túnel en la roca para permitir a los peatones visitar el lugar y ver la roca desde todos los lados.
¡Las vistas de la costa desde el punto de vista de la roca son impresionantes! Al no haber oído hablar de este lugar, me sentí especialmente bendecida por haber podido verlo y experimentar su magnificencia. ¡Me conmovió profundamente! Hay tantos lugares en el mundo donde Dios ha intervenido de manera tangible. A menudo pasamos mucho tiempo investigando y planificando peregrinaciones a destinos de renombre como Israel y Fátima, pero hay muchos lugares como Biarritz, esperando sorprendernos y llenarnos de asombro y maravilla. ¿Hay una peregrinación inesperada esperándote?
Deb Egan grew up in a Catholic family. Throughout her adult life, she has participated as a church volunteer in many capacities, including teaching Religious Education, being a Eucharistic Minister and Lector, Ministering to the elderly and homebound, and Facilitating Small Faith Groups. She has been trained by Evangelical Catholic and became a member of the Build the Faith Team in April of 2017.