Un Amor para toda la vida
Reflexionando sobre los retos fuertes que la sociedad de hoy plantea a los matrimonios y sobre como en la actualidad con más fuerza se ve amenazada la estabilidad de los hogares, nos preguntábamos ¿Qué se requiere para construir matrimonios sanos, que duren toda la vida?
Concluimos que la clave está en la entrega y la perseverancia mutua.
Entrega: Formar un equipo. Renunciar a las tentaciones que nos alejan de nuestra pareja Entrega que es necesaria para proteger nuestro corazón de algún otro sentimiento que no sea hacia nuestra pareja, como un trabajo excesivo que me roba tiempo de compartir en pareja, las salidas innecesarias con compañeros de trabajo, la manera de vestir o el problema que se cuenta a quien no corresponde.
Perseverancia: para mantenernos firmes en nuestra identidad como esposos y en los compromisos que hemos adquirido; para entender que el amor es más que un sentimiento, es un acto de voluntad que se renueva todos los días.
“El enamoramiento se pasa, vuelve, se vuelve a pasar, tiene intensidades, es un sube y baja: lo propio de los sentimientos.”[1] Por eso, es vital tener claro que “(…) en muchas ocasiones habrá que navegar sin viento, remando a contrapelo, y costará, y ‘dolerá’, … ¿quién dijo que el amor es un camino de rosas?”[2]
Y es aquí, cuando es necesario entender que la crisis hace parte de nuestra vida, es necesaria para nuestro crecimiento, no solo individual, sino también para nuestro crecimiento en pareja.
Así como lo dice aquella popular frase de “no pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia), en el matrimonio la crisis es necesaria para madurar y fortalecer nuestro amor. Cuando los momentos difíciles llegan debemos seguir firmes, perseverando en nuestra decisión de seguir amando, de seguir entregándonos y encontraremos grandes luces que fortalecerán nuestra unión, aunque la sociedad nos diga es mejor cambiar de camino.
Las crisis son inevitables, es más, son necesarias. Sin embargo, lo que si debemos tener a la mano son herramientas eficaces para aprovechar los momentos de crisis como una ocasión para fortalecer la unión matrimonial. La herramienta clave por excelencia es la comunicación y el tiempo juntos.
Al respecto, nos parecieron muy valiosas las recomendaciones prácticas de Rosamaría Aguilar Puiggrós para propiciar una buena comunicación matrimonial:[3]
- Promover un espacio semanal de ocio y descanso para disfrutar al estilo propio: una cena, una excursión, un pase de cine o de teatro, una exposición de arte, o hacer deporte juntos.
- Cuidar los momentos para hablar del proyecto de familia: de los personales y de los de cada hijo y cómo se enfocan.
- Tener un detalle mutuo de cariño cada día.
- Respetar el espacio de intimidad personal para Dios y el de cada uno. Enriquece.
Estamos convencidos que a pesar del panorama retador que se vislumbra para los matrimonios jóvenes, de la mano de Dios es posible alcanzar las gracias necesarias para construir un amor para toda la vida.
De nuestra parte nos queda orar, vivir unidos a los sacramentos, pero también educar el corazón y el intelecto a fin de fomentar una sana comunicación con nuestros esposos y un amor virtuoso. Todo ello, en medio de una entrega total hacia la felicidad y la santidad del otro, y de un espíritu perseverante para luchar cada vez que sea necesario.
[1] AGUILAR PUIGGROS, Rosamaria. “El tapiz del matrimonio: tiempo y dedicación”. Link: https://opusdei.org/es-co/article/el-tapiz-del-matrimonio-tiempo-y-dedicacion/#_ftnref5
[2] Idém.
[3] Idém.
Juan and Sofia were born into Catholic families in Colombia, South America. They met on Juan’s Patron Saint Feast Day, Saint John Bosco, January 31st and recently got married on the 31st of July. Both have encountered Jesus in their lives and decided to follow him with great commitment.
Juan is a Political Scientist and also a great golfer. He works in the Wine and Spirits Industry.
Sofia is a commercial real estate lawyer and works at her family-owned business. They currently live in Cali, Colombia.
Juan and Sofia are increasingly passionate about the apostolic mission with the youth and young professionals. They are committed to showing the love of God and his mysteries through the beauty of the sacrament of marriage and friendship. Both have lived their conversion through different spiritualities within the Church, such as the charismatic renewal, parish groups (Emaus and Effeta), Mana (a self-founded apostolic group) and Opus Dei. This last one is currently where both congregate and receive all their spiritual formation and guidance. Although they have much to learn, they are eager to share their testimony with all the readers.