Habemus Papam
El obispo Robert Prevost fue elegido papa y eligió el nombre de León XIV el 8 de mayo de 2025. Como muchos que vieron su rostro por primera vez, me impactó su presencia pastoral, la bondad en sus rasgos y la inteligencia evidente de un líder eclesial multilingüe.
Los católicos peruanos están al menos tan entusiasmados como el resto de América del Norte. Según todos los informes, el obispo Prevost fue un pastor excelente durante sus años de misión. Su homilía durante la Misa de Inauguración recordó las palabras de Jesús a Pedro en las orillas del mar de Galilea: “Pedro, ¿me amas más que estos?” (Juan 21,15). “Cuando Jesús se dirige a Pedro, el Evangelio utiliza el verbo griego agapáo, que se refiere al amor que Dios nos tiene, a la entrega de sí mismo sin reservas ni cálculos. Mientras que el verbo que usa Pedro en su respuesta describe el amor de amistad que tenemos entre nosotros.” (Papa León XIV). El Papa León explicó que el tipo de amor que Pedro (y sus sucesores) necesitarían para ejercer este ministerio requeriría “dar la vida por el rebaño”, un “amor sacrificado”.
El Papa Francisco dio su mensaje de Pascua y recibió audiencias papales el día antes de morir. San Juan Pablo II permitió al mundo ver el alcance de su sufrimiento incluso mientras seguía ministrando a las multitudes reunidas en el Vaticano. Ser elegido al papado implica abrazar el sufrimiento del mundo. El Papa León dejó claro en su homilía que no está interesado en un gobierno autocrático, sino que quiere caminar junto a sus hermanos y hermanas en la fe. Citó a San Agustín, quien define a la Iglesia como la armonía entre hermanos y hermanas que eligen amar a su prójimo.
Además, el Papa León no se centró en hablar de su autoridad. Prefirió destacar su deseo que la Iglesia sea un signo de unión y comunión para todo el mundo. Para que la paz de Cristo reine en el mundo, podemos unirnos en la esperanza con otros cristianos, con personas de otras religiones y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Esto es lo que hace posible la paz. Sus primeras palabras al aparecer en el balcón incluyeron una oración por la paz. Al ofrecer el amor de Dios a todos y respetar sus diferencias culturales y religiosas, podemos lograr una unidad que no anule las diferencias, sino que valore la historia personal única de cada uno.
Aunque el Papa León nació en Chicago, es verdaderamente un ciudadano del mundo. Gran parte de su vida adulta la pasó como misionero en Perú. Estas primeras palabras de nuestro nuevo Papa sugieren que realmente valora cada vida humana y aprecia la diversidad y unicidad de cada persona. Nos recuerda que el corazón del Evangelio es el amor de Dios, que nos hace hermanos y hermanas los unos de los otros.
Como misionero, como sacerdote, como obispo y ahora como Papa, León elige servir a todos los que encuentra como su hermano. Este pastor humilde y capaz sabe que esto es verdad porque Jesús nos enseñó a todos a llamar a Dios nuestro Abba, nuestro Padre. “Habemus Papam”, y verdaderamente estamos bendecidos.

Colm Is a Deacon in the Archdiocese of Boston and a prison Chaplain. He and his wife Julie have 4 adult children and 2 grandchildren. His Catholic faith has always been a central part of his family and work life and is a source of endless joy.