¿Estamos listos para verlos volar?
Muchos de nosotros que estamos casados, experimentamos la bendición y el regalo de ser padres. Esto nos da la oportunidad de ayudar, preparar y educar a nuestros hijos a medida que ellos crecen y se preparan para sus propias vidas. Como padres, también tenemos la gran responsabilidad de educarlos en la fe, darles valores, guiarlos, enseñarlos, consolarlos y asegurarnos que estén listos para enfrentar por si solos, las complejidades de la vida.
En la Biblia podemos encontrar guías de nuestras responsabilidades como padres. A continuación, les comparto algunas citas que considero muy relevantes:
- Proverbios 22:6; “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
- Efesios 6:4; “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”
- Deuteronomio 11:19; hablando de la Palabra de Dios: “Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes.”
- Colosenses 3:21; “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.”
- Proverbios 13:24; “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; más el que lo ama, desde temprano lo corrige.”
A través del camino de la vida, cuando vemos crecer a nuestros hijos, vivimos una experiencia hermosa y gratificante. Cuando están listos para volar, sentimos una enorme emoción, satisfacción y orgullo.
Sin embargo, ¿estamos preparados como esposos para verlos volar? ¿Hemos hecho lo suficiente como pareja para prepararnos para cuando ellos inicien sus propios caminos? ¿Estamos listos para comenzar nuestra vida juntos sin nuestros hijos a nuestro lado? ¿Estamos preparados para continuar nuestra vida tal como está ahora, cuando ellos se vayan?
Existe la famosa frase de el “nido vacío”, que se refiere a un hogar compuesto únicamente por padres cuyos hijos han crecido y se han ido del hogar. También existe el concepto de síndrome del nido vacío, que es un término utilizado, para describir la angustia y estrés que experimentan algunos padres cuando su último hijo se va de la casa para iniciar su vida. Algunas de estas experiencias pueden incluir tristeza, depresión, irritabilidad, ira, resentimiento, ansiedad, culpa y soledad; el problema es que muchas veces estas emociones se expresan equivocadamente en contra de nuestra pareja. El pasar por el proceso del “nido vacío” es algo que experimentaremos la mayoría de las parejas con hijos, sin embargo, la clave es en el cómo enfrentarlo y asegurarnos de estar preparados para ello.
En nuestra sociedad, son muchas las parejas que luchan y sufren cuando sus hijos se van. Muchos de ellos terminan divorciándose ya que algunas de sus diferencias son irreconciliables. ¿Cómo podemos evitar eso? Preparándonos y trabajando en nuestra relación desde antes, reconociendo que la persona más importante en tu vida es tu esposo, teniendo una comunicación abierta y asegurándose que pasan tiempo de calidad juntos. Es necesario trabajar en tu matrimonio constantemente a lo largo de la vida, no solo cuando tus hijos estén listos para irse. Tenemos que reconocer que educar a los niños requiere mucho tiempo y es muy exigente, sin embargo, nunca debes olvidar que mientras lo haces, necesitas un compañero a tu lado en quien confiar, alguien que te entienda, te respalde y con quien puedas crecer de la mano.
Todos experimentaremos diferentes etapas en nuestro matrimonio y tenemos que saber adaptarnos. Una forma de prepararse es el construir una base sólida con tu pareja, por medio de la cual se puedan apoyar mutuamente y construir un amor inquebrantable para que cuando llegue la etapa en la que sus hijos vuelan y dejan el “nido vacío” ustedes puedan seguir de la mano.
En mi caso, yo he estado casado con Martha por 28 años y tenemos cuatro hijos, de los cuales tres ya se han ido de casa. Nuestro hijo menor, que tiene necesidades especiales, se quedará con nosotros durante toda su vida. Nosotros iniciamos nuestro proceso de nido vacío hace cuatro años; afortunadamente, pudimos construir una base sólida que nos ha permitido enfrentarla bien. Sin embargo, seguimos adaptándonos a nuestra nueva realidad y hemos tenido que cambiar algunos patrones, mantener una comunicación abierta y honesta, adaptar roles y aumentar nuestra oración. Hoy disfrutamos mucho de nuestro tiempo juntos y estamos agradecidos de habernos preparado para esta etapa de nuestras vidas.
¿Tú te has preparado tu para vivir la experiencia de ver volar a tus hijos? ¡Nunca es demasiado tarde para empezar!
Genaro Poulat was born into a Catholic family in Mexico City where he lived for the early part of his life. He lives now in Key Biscayne, Florida with his wife Martha, to whom he has been married for 26 years. He has been blessed and fortunate to have 4 kids: Genaro, Daniela, Bernardo and Andres. Over the past 26 years he has lived in Edinburgh, Mexico, New York, Panama and Florida.
Genaro is an International Banker and he has worked in the sector for 28 years. Over the past five years, together with his wife Martha, he has been dedicated to supporting married couples and helping them to get closer to God. Genaro is an active volunteer in his Church and supports many ministries.